Hacer pan en casa parece algo complicado pero no lo es, y una vez que te pones a amasar y degustas el pan que tu misma has horneado, no puedes más que repetir. Lékué, que siempre intenta innovar y dar soluciones creativas a los pequeños problemas que nos encontramos en la cocina, tiene entre sus productos de silicona una panera que permite pesar, amasar y hornear en el mismo recipiente haciendo que todo el proceso sea mucho más limpio.
La panera Lékué puede solventar algunos problemas de aquellos que quieran iniciarse en las masas domésticas pero, sin haberla probado, diría que obtendremos mejores resultados horneando con otros recipientes. La panera de Lékué se cierra cuando la metemos en el horno para mantener la humedad del pan ya que así la corteza quede crujiente. El problema es que la panera queda abierta por ambos lados perdiendo humedad, por lo que mi intuición me dice que obtendremos mejores resultados haciéndolo a la manera tradicional, es decir, con una coccotte de hierro colado –o cualquier imitación más económica- o con un recipiente cerrado de pyrex.
La gran ventaja de la panera de Lékué es que únicamente ensucias -y necesitas- un utensilio de cocina en vez de manchar media cocina -como me sucede a mi cada vez que hago pan-. Además, para el amasado y levado seguro que va estupenda -sólo dudo de sus virtudes en el horneado-, aunque si queremos hacer un levado profesional nada como un banneton de pulpa de madera o una tela de lino.
Esto no quiere decir que no de unos resultados óptimos, sino que en mi opinión son fácilmente mejorables con otros utensilios.
Precio 34 euros.
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