Llega el verano, y con él la operación bikini que para muchos es sinónimo de ensaladas. Afortunadamente, hoy en día, ya no tenemos que conformarnos con un sólo tipo de lechuga, si no que hay una gran cantidad de hojas para ensalada a nuestro alcance.
Hay distintas técnicas para limpiar la lechuga, pero en casi todas ellas sumergen la lechuga en agua junto a algún desinfectante (alimentario). Una vez tenemos la lechuga limpia, y mojada, antes de usarla en nuestras recetas veraniegas, tenemos que secarla. Para ello, os recomiendo una centrifugadora de ensaladas como la de OXO. Dejará las hojas completamente secas, evitando que entren restos de agua la ensalada y se mezcle con el aliño.