Seguro que vosotros también las habéis visto: cada vez que vas a un sitio cuqui, tienen una garrafa de vidrio vintage con grifo llena de limonada con sus rodajitas de limones en el fondo. Con su agua turbia y sus gotitas de líquido condensado en el exterior, la verdad es que refrescan solo con mirarlas.
En Internet las hay de varios tamaños, pero la que tenéis sobre estas líneas me ha robado el corazón. Tiene una gran capacidad y gracias a su dispensador se evitan derrames.