Decir macaron es decir Paris – bueno, también Nueva York, como diría Blair Waldorf. Este pequeño dulce de almendra, del que hay constancia en escritos desde la edad media, se volvió a popularizar a principios de los 2000. En Francia el macaron es tan tan popular que tienen a los reyes del macaron Ladurée y Pierre Hermé (no, no puedo elegir entre los dos) e incluso tienen un día del macaron: el 20 de marzo.
Hay muchas recetas de macarons, con diferentes ingredientes, proporciones y trucos para que queden perfectos. Pero yo resumiría todas estas recetas diciendo que es un dulce tremendamente técnico, tanto en la confección de la galleta como en el relleno, y en el que no tiene cabida la improvisación (como en la repostería en general).