Si hay algo que odio casi tanto como que se me pierda una galleta en el vaso de leche del desayuno, es esa lucha incesante por intentar expandir la mantequilla sobre la tostada de la mañana. La mantequilla suele estar fría y por lo tanto dura, y si presionas demasiado te acabas cargando la tostada.
Pero los japoneses, que como es sabido por todos se preocupan mucho por solventar esos pequeños problemas del día a día, han inventado el utensilio ideal para estos momentos, un rallador de mantequilla.