Una de las imágenes recurrentes de mi niñez es mi abuela machacando ajos en su mortero de madera de olivo, que había hecho mi bisabuelo para su ajuar. Hoy en día creo que no hay muchos padres que regalen morteros a sus hijos hechos por ellos mismos, pero existen en el mercado piezas tan bonitas como este mortero de porcelana y bambú de la marca Kuhn Rikon que os quiero enseñar hoy.