Como buena niña de los ochenta, yo cuando iba a casa de mi abuela comía en platos de Duralex y me tomaba la leche en una de esas tazas esmaltadas que los modernos llaman de peltre y que para mí eran «de abuela». El caso es que esta vajilla ha vuelto con fuerza, empezando por las cocinas de los instagrammers más cool y poco a poco va calando en toda la sociedad, así que, como El Pelagambas es un servicio público, os las he seleccionado para que no le deis más vueltas.
Las tazas de peltre están hechas de metal, como ya sabéis los que le disteis algún golpe, ya que el esmaltado era relativamente fácil de saltar (en las nuevas no sé cómo funciona pero ya os digo que las ochenteras se iban descascarillando). Tienen la ventaja de que conservaban la temperatura mejor que el cristal pero la desventaja de que no las puedes meter en el microondas.