Seguramente no descubro nada al afirmar que los cuchillos japoneses son totalmente diferentes de los occidentales. Pero no sólo son incomparables en su forma, sino que también lo son en su fabricación, y el cuchillo Yanagiba no es una excepción.
Si queremos un cuchillo japonés no sólo por su forma, sino por su precisión y sus famosas hojas afiladas, lo mejor será comprar uno procedente de ese país. La mayoría de cuchillos occidentales están hechos cortando una hoja de acero, mientras que los japoneses están hechos de acero fundido martillado. Los más preciados se siguen haciendo a mano y eso les otorga una flexibilidad y dureza de la que los europeos carecen.